Capítulo 5 - Visita al Kazekage

por **Madara** Sáb 23 Jun 2012 - 2:22

El vigilante y el hombre que decía ser el consejero del Hokage, no tardaron mucho en llegar al lugar donde se encontraba el despacho del Kazekage. Una vez estaban en la puerta, el vigilante llamó antes de entrar, y... como nadie respondía, abrió la puerta con sumo cuidado, dejando entrar a aquel hombre en el despacho.-Entre, señor, el Kazekage no tardará mucho tiempo en llegar, se lo aseguro. Puede sentarse en ese sofá de ahí si quiere mientras espera.-El hombre asintió con la cabeza mostrando una sonrisa y entró en el despacho del Kazekage, avanzando unos metros y sentándose en un sofá redondo y muy cómodo que se encontraba delante de la mesa del Kazekage.-Muchas gracias.-En ese momento, el vigilante asintió con la cabeza mirando al consejero y dijo unas palabras antes de irse.-De acuerdo, ahora si lo permite me tengo que ir a vigilar las puertas de la villa. Mucho gusto.-Y... haciendo un sello de manos, el vigilante desapareció del despacho.
Acto seguido, el hombre se levantó de inmediato y... con una rapidez sorprendente para un hombre de 50 años, fue hacia la puerta y la cerró de un portazo. Segundos después, el hombre cerró los ojos y realizó un sello con una mano, creando una pequeña nube de humo y volviendo a su forma real. Madara, que se había transformado en un hombre anciano para hacerse pasar por consejero del Hokage, se había infiltrado con éxito en Sunagakure, y ahora, sólo tenía que esperar la llegada del Kazekage. El Uchiha cruzó los brazos y abrió los ojos, mostrando el poderoso Rinnegan que sólo unos pocos shinobis habían conseguido despertar en toda la historia, y él era uno de ellos.

por **Madara** Sáb 23 Jun 2012 - 5:28

Unas horas después de la llegada de Madara al despacho del Kazekage, el Uchiha sintió un viento frío mezclado con arena que provenía de la calle, ya que la ventana del despacho estaba abierta debido al calor... por lo menos pasaba un poco de aire. En ese momento, Madara entrecerró los ojos, mirando a un punto fijo de la puerta. De repente, ésta se abrió lentamente, dando lugar a un hombre que vestía con una túnica blanca y un sombrero con el kanji del Viento.-El Kazekage, ¿eh?-Preguntó Madara, aunque ya conocía la respuesta.-El mismo. Nunca pensé que Ryunosuke tuviera un Uchiha como consejero. He tenido que dejar pendiente una conversación importante que tenía con el señor feudal, ¿sabes?-Madara parecía tranquilo, ignorando al Kazekage. Por suerte, no sabía las verdaderas intenciones del Uchiha y todavía no se había enterado de la guerra, así que eso facilitaría considerablemente las cosas.-Vaya... no sabes cuanto lo siento. De todas formas, el asunto de mi venida es más importante.-El Uchiha se acercaba lentamente al Kazekage con pasos cortos y lentos.-¿De qué se trata?-En ese momento, el Kazekage se puso serio. Parecía ser que le importaba lo que pudiera decirle. Madara, sin embargo, se mantuvo en silencios unos segundos antes de volver a responder.-Ryunosuke me dio esta carta para ti. No tiene destinatario para que no la robaran. Y me mandó a mí personalmente para asegurarse de que era entregada.-El Uchiha, metiendo su mano derecha entre sus ropas, sacó un sobre alargado, totalmente en blanco. Acto seguido, se lo entregó en mano al Kazekage.-Veamos de que se trata...-El Kazekage empezó a desplegar el sobre con curiosidad, pero Madara lo interrumpió, alzando una mano rápidamente.-¡Espera! Todavía no me he presentado. Me llamo Daisuke.-El Uchiha, mostrando una sonrisa en su cara, levantó su mano hasta el Kazekage para darle la mano en señal de amistad. Éste hizo lo mismo, respondiendo.-Mi nombre es Suna. Sabaku no Suna.-Tras saludarse como era debido y presentarse, el Kazekage abrió con cuidado el sobre, sacando una hoja en blanco. Cuando la dio la vuelta para ver lo que había por detrás, intentó tirarla al suelo pero era demasiado tarde para él, ya que Madara había hecho un sello con sus manos, haciendo explotar unos sellos explosivos que había en el papel y provocando humo que impedía la visión de Suna durante un momento.-Kyōmen Shūja no jutsu...-Cuando el humo había desaparecido debido a la ventana abierta, en ese momento había dos Kazekages idénticos en aquella sala, además de Madara, que estaba cruzado de brazos apoyado en la puerta, evitando que el Kazekage verdadero pudiera escapar. En la ventana había un clon idéntico a Suna... pero no lo había hecho el Kazekage.-¿Qué diablos está pasando? ¿qué significa esto?-Madara, que parecía divertirse, no pudo evitar dar unas pocas carcajadas en tono de burla antes de responder.-He creado un clon tuyo con las mismas habilidades que tú y tus mismas técnicas. No es un clon normal y corriente, ya que éste no desaparecerá de un golpe. Tendrás que matarlo... en otras palabras... es como si te estuvieras matando a ti mismo.-Suna, que estaba frunciendo el ceño, apretó los puños, y se dirigió a Madara exaltado.-¡Miserable! ¡Así que no sólo pretender ver todos mis jutsus, sino ponerme en desventaja al enfrentarme contra mí mismo y contra ti al mismo tiempo!-Madara seguía riéndose.-Y no sólo eso. Cuando te mate, el clon que acabo de realizar te sustituirá y nadie sabrá tu muerte. Gracias a este clon, Sunagakure será mía y podré controlarla desde las sombras. El Hokage no tardará mucho en pedir ayuda a las demás villas. Hace unos días le declaré la guerra mundial y no es tan estúpido como para enfrentarse al legendario Madara Uchiha él sólo.-Suna parecía asustado y sorprendido al mismo tiempo. No estaba dando crédito a lo que decía el Uchiha.-¡Madara Uchiha! ¡Así que eres tú! Mierda... había oído hablar de ti pero nunca vi tu cara. Me has engañado completamente.-Madara paró de reirse, aunque todavía sonreía, y dio una palmada con sus manos.-¡Que comience la pelea!-En ese momento, el clon de Suna empezó a correr hacia el Kazekage con la intención de atacarlo.

por **Madara** Miér 12 Sep 2012 - 5:15

La lucha era encarnizada entre el Kazekage, Sabaku no Suna, y su propio clon. Ambos empleaban las mismas técnicas y eso resultaba complicado para Suna, ya que además estaba Madara, y... aunque de momento no había entrado en el combate, no tardaría mucho en hacerlo. Por si fuera poco para el Kazekage, el clon no tenía ni una sola gota de sudor y no mostraba signos de cansancio, mientras que... por su parte, Suna ya empezaba a quedarse sin chakra.-No comprendo cómo han podido poner un Kazekage tan débil en Sunagakure. Realmente las villas han perdido su potencial de destrucción y los señores feudales parecen desesperados... no tienen muchos recursos y tienen que poner ninjas débiles como tú. Es una lástima...-Las palabras del legendario Uchiha eran tan ciertas como que el cielo era azul. No mostraba ninguna debilidad y nunca hablaba en broma. Parecía empezar a ponerse impaciente, por lo que eso significaba que entraría en combate.-Bueno, parece que ha sido una pérdida de tiempo realizar un clon tuyo... nunca me había imaginado que fuese tan... débil. Me encargaré de terminar contigo yo mismo.-Mostrando su sonrisa malvada, Madara descruzó los brazos y comenzó a dar unos pasos, alejándose de la puerta de entrada al despacho y mirando a su oponente con el ceño fruncido, al mismo tiempo que lo observaba con su poderoso Rinnegan activado y lo apuntaba con con la palma de su brazo derecho.-Banshō Ten'in...-Debido al efecto de esta técnica, el cuerpo de Suna fue atraído hacia el lugar donde se encontraba el Uchiha, sin que éste pudiese evitarlo. Lo único que podía hacer ahora el Kazekage era defenderse con una técnica.-¡Shuriken de arena!-No era mala idea, la atracción gravitatoria de Madara provocaría que los Shuriken fuesen directos hacia él, de forma que tendría que anular el jutsu para esquivar el ataque de Suna. Sin embargo, se olvidaba de su otro rival, ya que su propio clon apareció entre él y Madara, interceptando los Shuriken para evitar que el Uchiha se moviese y que la técnica fuese realizada con éxito. Cuando los Shuriken impactaron en el cuerpo del clon, éste se apartó y Suna llegó a las manos de Madara, que lo sujetó con fuerza, usando sólo su mano derecha y agarrándolo por el cuello.-¿Unas últimas palabras, Kazekage?-Suna, que no daba crédito de que fuese a perder el combate, abrió su boca para decir unas palabras, pero de repente escupió a la cara del Uchiha, ignorándolo completamente.-Eres un ser despreciable, Madara Uchiha. Si no he podido pararte, alguien lo hará, y seguro que Ryunosuke puede conseguirlo. Él no es cómo tu crees... tiene un don para la lucha y nunca ha perdido un sólo combate. No tienes futuro y acabarás pereciendo en las tinieblas. Eres un ninja insol...-Madara que no pudo evitar enfadarse por las palabras del Kazekage, lo eliminó instantáneamente, apretando su cuello con fuerza y ahogándolo hasta el punto de matarlo por su propia mano. No había empleado ningún jutsu para acabar con él y había bastado estrangularlo para acabar con él. Realmente era un ninja débil, y el Uchiha lo soltó del cuello, dejándolo caer al suelo mientras se secaba el escupitajo de Suna con la manga de su brazo izquierdo.-Suficiente... Eres un necio, Kazekage. Nunca has sabido mantener tu boca cerrada y has acabado muriendo por eso. No soporto a los que hablan más de la cuenta, y encima has tenido la insensatez de escupirme... No tienes remedio. ¿Qué debería hacer contigo, eh?-El shinobi legendario hablaba sólo con el cuerpo inerte del Kazekage, que yacía sobre el suelo sin vida. Al no haber ninguna respuesta por parte de Suna, Madara alzó su pierna derecha para poner su pie sobre la cabeza de su enemigo.-Si, yo también lo pensaba. Lo cierto es que sólo sirves para limpiarme las botas, ni siquiera para eso. Por cierto, debería darte una lección por tus sucias palabras. La sangre de tu boca te limpiará y te purificará. Tómalo como un regalo por mi parte.-Tras decir este último comentario, el Uchiha realizó un último movimiento con su pie derecho, propinando una patada con todas sus fuerzas en la boca del shinobi fallecido y lanzándolo unos metros hasta que impactó con la propia pared, rompiéndole varios dientes y derramando unas gotas de su sangre por el suelo.

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