La aparición de 2 Bijus (Privado)

por **Madara** Jue 23 Ago 2012 - 5:50

De la nada absoluta, aparecieron en un destello de color amarillo 3 sujetos: Madara Uchiha y sus dos acompañantes, los clones de Stefano y de Minato (este último era el que los había llevado hasta ese solitario lugar, apartado de toda civilización). El Uchiha legendario dio unos pasos hacia delante, sujetando con fuerza dos pequeñas teteras, las cuales, se encontraban envueltas por unas cadenas especiales. Estas cadenas, estaban echas con chakra, y sólo un ninja que conociese los sellados del clan Uzumaki podría liberar su contenido. Madara no era un hombre que tuviese muchos conocimientos sobre este clan, por lo que tenía pocas esperanzas. Sin embargo, tenía un alto conocimiento en los jutsus y sabía alguna que otra técnica de sellado... por lo que merecía la pena intentarlo: la recompensa era bastante alta.
Así, sin más, se agachó con cuidado para dejar las teteras en el suelo, y posteriormente realizó un sello de manos, creando un clon que comenzó a correr, alejándose del lugar. Acto seguido, el Uchiha miró fijamente a las teteras, con el ceño fruncido. Madara extendió sus manos hacia estos pequeños objetos y cerró los ojos con fuerza, murmurando unas palabras.
Muchos decían que la magia no existía, pero... en un mundo repleto de ninjas, la magia era lo mejor impresionante. Siendo, los sellados del clan Uzumaki, las técnicas más antiguas del mundo ninja y las que perduran durante toda la eternidad. Hacía falta un dominio exacto del chakra y una alta concentración para ejecutarlas... además de conocer los rituales necesarios para realizarlas.
De esta forma, producto de los requisitos previos, a Madara le temblaba el pulso de sus manos... que se movían de una forma extraña, como si estuviese sufriendo convulsiones o espasmos en su cuerpo. La frente del Uchiha se había arrugado debido al intenso esfuerzo que estaba haciendo... y poco a poco, unas gotas de sudor comenzaban a brotar de su frente, resbalando por sus mejillas y deslizándose por su piel. Madara, tras esos segundos eternos, abrió sus ojos de repente y comenzó a ejecutar una gran cantidad de sellos con sus dos manos, a una velocidad impresionante.
Al cabo de unos largos segundos... Madara se agachó y colocó su mano derecha sobre el suelo, al mismo tiempo que se sujetaba el mismo brazo con la izquierda.-¡Liberación!-Al pronunciar esa palabra... unas marcas de color negro aparecieron en el suelo, extendiéndose rápidamente hacia las teteras y rodeándolas en dos círculos que contenían unas escrituras antiguas. Cuando las teteras fueron rodeadas por completo, los círculos se tornaron de color rojo y empezaron a brillar, liberando las cadenas que había alrededor de las teteras, y... de esa forma, dando una completa libertad a lo que había en su interior: dos criaturas gigantes, con una gran cantidad de chakra y un poder inhumano. En el interior de las teteras, sellados por el antiguo Tsuchikage, se encontraban 2 Bijus, esperando la mínima oportunidad para poder salir al exterior y destruir todo a su paso. Sus nombres de bestia, eran sencillos, ya que hacían alusión a sus colas: Yonbi y Gobi. Y... aunque los Bijus tenían nombres propios, Madara decidió no llamarlos de ese modo, porque la única forma que se podían tratar era justo como lo que eran... bestias.